Para Molise, la ocupación humana desde tiempos prehistóricos y la magnitud de las intervenciones "culturales" representan algunas de las componentes que han modelado el paisaje con asentamientos, prácticas agrícolas relacionadas con el cultivo de trigo, olivos y viñas, y con las actividades de la ganadería trashumante. Es en este contexto que surgen los elementos de una tradición que contribuye a identificar una veta molisana de consideración por esas manifestaciones del espíritu popular que llegan del pasado a la realidad actual. En plazas, en centros históricos, a la sombra de antiguos castillos, alrededor de iglesias y en los caminos de pastoreo, cada año, toman forma representaciones sagradas y procesiones, competiciones y desfiles de carros, evocaciones históricas y rituales de carnaval que testimonian el espíritu de un pueblo que aún logra expresarse en las fiestas populares. En estas ocasiones, resurgen los rituales que se pierden en la leyenda y a menudo permanecen misteriosos en su significado más profundo, pero que encierran devociones hacia lo sagrado más sentidas, el "desorden social" momentáneo, la irreverencia desinhibida de las clases económicamente definidas como subalternas, el agradecimiento por los frutos de la agricultura y la voluntad de propiciar mejores.
https://www.dropbox.com/scl/fi/vnn4sppcumppb3p4f26up/ElevenLabs_2024-01-03T09_47_59_Chapter-1.mp3?rlkey=hywtcwkljpu8a1hijt1kdaqri&dl=1
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